
Comienzo a explicarles el concepto principal del marketing señalando un ejemplo, les hablo acerca de una pasta dental, les planteo una interrogante, “¿Por qué la gente compra una pasta de dientes?” y la respuesta más lógica es “Para lavarse los dientes”. Perfecto, eso lo sabemos, pero deben buscar más allá, la gente no sólo busca lavarse los dientes, busca higiene, busca limpieza, desde aquí ya empiezan a entender que la gente no compra productos o servicios, la gente compra “beneficios”. El marketing de antes sí se enfocaba en solo vender sin importarle lo que el mercado realmente necesita, pero el marketing de ahora, se preocupa por satisfacer y superar las expectativas de los consumidores, ofreciendo bienes con valor agregado, y no sólo preocupándose por lograr vender a como de lugar, sino también tener un excelente servicio post-venta.
Sin embargo, no todo es color rosa en el mundo de la mercadotecnía, son pocas las empresas que de verdad saben aplicar sus principios. La mayoría pone en práctica distintas estrategias de marketing pero de forma superficial. Por ejemplo, ponen mayor atención en ofrecer un producto de calidad, pero se olvidan si el mercado lo necesita, otras invierten mucho en publicidad pero no van de la mano con el servicio al cliente. Es por esto que siempre le digo a mis alumnos que el marketing no es tan fácil, que es una disciplina compleja, ya que implica estar atentos a varios puntos claves que básicamente se concentran en el producto, en el precio, la plaza y la promoción. En resumen, el marketing es aquel conjunto de actividades que una empresa pone en práctica con el fin de ofrecer un producto y/o servicio con ventaja competitiva, con valor agregado sólo con el único fin de satisfacer las necesidades del mercado al que se dirige.
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